Acuse de recibo, un beso tuyo,
una fuerza inmediata, rubricando
mi desidia, tu salud, mi soñando
y yo me vuelvo a sentir un capullo.
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Me arrastro hasta la calle, sólo huyo
de mi suerte mala y puta, sembrando
palabras, hastíos, voy resoplando
y me siento inocente y en el trullo.
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No temo a la muerte ni a los muertos
ni me explico la vida y sus temores
tras haber vivido tanto y en tan poco.
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Que la parca me coja en este puerto
que no entiende de "pelas" ni señores
y me iré con tu beso como un loco.
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