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Heridas, pesadas cargas
retumban en tus entrañas,
y te sientes tan cansada
que parece que ya nunca
saldrás de esta patraña
que te dicen que es la vida
cuando pasa y no se para.
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Te arrancan a toda prisa
de tu alma telarañas,
pero vienen otras nuevas
que te nublan, que te empañan.
No ves bien con la mirada
y miras con otra cara
para ver si con las ganas
te libras esta batalla
pues es difícil la vida
cuando la mente te engaña.
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Te dicen que no te rindas
que la senda aún es larga,
y te ayudan y te animan
y de su mano rebalas,
esa mano que te tienden
los que te quieren con saña,
más con saña te retiene
la enfermedad y la rabia.
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Sé que vendrán otros tiempos,
mejores, y entonces callas
aguantando y respirando
recordando y con agallas.
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Te agarras con tanta fuerza
que te estallan las mañanas,
las noches vienen feroces
y se ensañan con la calma.
Ahora gritas en silencio,
a veces lloras o callas
esperando que esto pase
y se vaya con el alba.
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Despiertas en otro día
y entonces le das las gracias
a todo el que te vigila
y te acuna con su gracia.
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Estás viva y todo brilla,
aún quedan muchos MAÑANAS.
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