Tus promesas, tus mentiras,
tus apariencias tan falsas,
tu piel de cordero que abriga
al lobo que monta esta farsa.
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Tus palabras, tan vacías,
tan cortas y llenas de nada,
tus actos las debilitan
y mi paciencia se acaba.
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No pienso seguirte en tus prisas.
No voy a hundirme en tu charca,
en tu ciénaga maldita.
No voy a cerrar mi ventana.
-
No trates de convencerme.
Todos sabemos qué buscas.
No quiero oirte ni verte.
No pienso dejar mi lucha.
-
Lucha que no es inerte
y no estaré solo nunca
en ella. Ni con la muerte
podrán callar esta turba.
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Turba de gente sin suerte,
de personas nobles, justas,
de gente sin nada, mas fuerte.
Aunque no lo creas, es mucha.
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