He visto el futuro
en los ojos de niño del espejo
y me he visto viejo.
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He visto el futuro
en los posos del café mañanero.
Ni bien ni mal. Sólo eso.
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He visto el futuro
en las ruedas de un camión que va lejos
y no sé si puedo.
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He visto el futuro
y el pasado y el presente son los buenos.
El tiempo es un villano y un "pellejo".
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Y he cerrado los ojos de nuevo
para evitar que me devoren los minutos.
Y así ver de dónde salen, astutos,
los disgustos y las risas. Y me conmuevo.
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