De frente. Siempre de frente.
Dando la cara en la lucha.
Sin renunciar nunca a nada.
La calle es del pueblo, no suya.
Porque si ellos tienen porras,
poder, armas y la pasta,
la dignidad es más fuerte
y el obrero es más que digno.
Plantemos cara, de frente.
Yo al menos no me resigno
a perder aún más derechos.
Me revienta. Me defiendo.
A la calle. Es nuestro sino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario