Duele el pecho al respirar
al ver al mundo morirse
de hambre y pena a la vez
al verse lleno de rabia.
Rabia de gente en el paro
y gobiernos siempre en Babia.
Pena por ya ni tener
fuerza y tener que rendirse.
Hambre de tantos sin más
que morir sin encontrar
nada ni con qué nutrirse
por la avaricia asquerosa
de unos cuantos desalmados
que ordenan y que deciden
vida y muerte sin sonrojos
¡Que se les caigan los ojos!
¡Que mueran ellos, joder!
Y que nos dejen en paz.
¡Que el dinero no se come!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
quien lo escribió
No, no me sirvió mucho pero esta buena.
Publicar un comentario