Avisada estás:
No me hundo por bien poco,
por ser experto en flotar,
por estar un poco loco.
Culpable de cantar, sin ritmo ni armonía,
canciones tristes pasadas de moda,
de lucha y de pena, de amor y mentiras,
de asco y suciedad. Desde el alma todas.
Desinfecto con alcohol las porciones de alegría,
para que duren al menos dos o tres horas,
y no se pudran de vergüenza por su soltería,
por sentir que, entre penas, se sienten muy solas.
Y si sangro, pues ya está:
Renuncio a saber de todo,
a aprender, a bracear,
y al mirarte ya refloto.
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