------------------------de madrugada
buscando a Venus y Marte,
mirando las pocas estrellas
que la ciudad me permite.
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Y me encuentran a mi ellas---------------
------------------------como hadas
pues me pierdo en el pensarte
y me hallo en la Luna, ella
que a tus ojos me remite.
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Lucen con fieros destellos-------------
-------------------------como llamas.
Un rojo, otro brillante.
El horizonte me enseña
que su belleza pervive.
-
Me harto de mirar al cielo-------------
---------------------------de madrugada.
No me canso de mirarte
ni de mirarlas a ellas
que a las farolas resisten.
4 comentarios:
Hola, Te dosificas a la hora de plasmar tus creaciones, pero cuando lo haces nos deleitas a los que te seguimos. No dejes de esribir. Un saludo...
Gracias, Ana. No lo dejaré porque algunos hay que me animais a ello. Y sí, me dosifico más ahora que antes porque,... ya sabes, hay temporadas más secas que otras y me había pillado el toro. Un saludo para tí también.
Hola Jose:
¡Cuánto tiempo! He estado como un cartujo encerrado en mi propia cabeza. Cosas del trabajo, he tenido que volver a estudiar como cuando estaba haciendo la carrera, pero la cosa se vuelve a relajar y vuelvo a la actividad bloguera. Muchas gracias por el mensaje que me dejaste, hoy casi no lo veo. Me uno al comentario de Ana, ¡qué gustazo volver a leerte!
Tengo ganas de retomar otra vez nuestro proyecto de poesía ilustrada, no he estado muy prolífico pero seguro que el otoño trae muchas cosas. Un abrazo
Otoño siempre es época de encierro. Llueve. O hace frío. O las dos cosas. Todo eso lleva al recogimiento y, por lo tanto, a tener más tiempo para pensar, sea eso bueno o no, que no lo tengo muy claro. El caso es que estoy seguro que será prolífico. Por cierto, eso de estudiar,... está de puta madre. Está mejor que currar. Qué lástima que no nos paguen námás que por eso. En fin, que me alegro de que hayas vuelto por aquí.
Un saludo.
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