Me compré un televisor
y a martillazos lo he roto,
no fuera a acabar yo loco.
No fuera a acabar peor.
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Debía haber un error.
Estaría estropeada.
Lo que ví no me gustaba.
Y es que ¡Diablos, qué horror!
-
Despedía tanto hedor.
Parecía tan podrida,
que al ver lo que se veía
creo que me hice un favor.
-
Los mil euros que costó,
el mejor gasto tenido:
Me he quedado muy tranquilo
y ahora soy mejor lector.

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