¡Ya está! ¡Ya he recaído!¡Y mira que he intentado
evitarlo! Pero es sino
del que habla por los codos y costuras
a todo sacarle punta.
-
Y yo, que afilo,
que el sacapuntas está pegado
a mi cuerpo, nunca atino
a cerrar la boca para no decir locuras.
Y ¿Por qué no? Es mi pregunta.
-
Si no me quiero callar
pues no lo hago. Y punto.
-
Porque callar es morir
y morir es un segundo,
pero estar muerto...¡Ay, estar muerto!
-
Estar muerto es no sentir.
Es haber llegado al puerto.
Es no volver a reir.
Escribir el fin del cuento.
¡Y eso no! ¡Vamos, ni en coña!
¡De eso nada! ¡Que no! ¡Y punto!
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