Llueve, rojo, en el cielo de Febrero.
Sangra el cielo desde el Sur en este Norte cabrón
como siempre que sopla el viento fuerte,
como siempre aunque no sople.
Y se mueve y se conmueve el mundo
y vuelve a sangrar sin parar.
Llueve barro en "Ciudad-Desespero".
Viene la arena del desierto a recordarnos lo inmundo
del capital asesino, dinero color de muerte,
sople o no sople el viento, haga o no haga sol
y el cielo vuelve a sangrar.
Y el suelo es más rojo, de hierro,
y el pueblo, que no despierta,
se va sintiendo más fiero...
Pero el rumor de la lluvia,
Lluvia roja de febrero,
amortigua la fiereza, enfría rabia y pasión.
Quizás algún día, quién sabe,
el mismo cielo decida que ya no quiere sangrar,
y entonces... ¡Ay, entonces!
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