5/2/17

HAY COSAS CONTRA LAS QUE NO SE PUEDE LUCHAR (20/08/15)

  La oscuridad clavaba sus fríos dedos sobre su cara.  El abrigo cerrado.  "¡Dame la pasta!"  El cuello subido para que no se le enfriara la nuca.  "¡Dame tó lo que lleves!"  La capucha cubriendo las orejas tratando de evitar el dolor de oídos.  "¡Tó lo que tengas pa' mí!".  Los guantes sin dedos para permitir cierto tacto y, a la vez, intentar conservar el calor.  "¡Que me lo des!  ¡Ahora!".  Oyó pasos.  Sacó del bolsillo la navaja, la abrió, dobló la esquina en un salto y se colocó delante de aquel transeúnte.
-¡A ver, gilipollas, dame tó lo que tengas, "pringao"!- gritó el señor con traje y corbata, presidente del Banco de Transilvania.

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