Le he visto las plumas de la cresta
al pájaro del mal agüero.
He domado las fieras que me acechan
desde el centro de mis miedos.
Le he marcado goles al mismo can Cerbero.
Como tú, como cualquiera,
a veces, sin querer, le echamos huevos.
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4 comentarios:
Tienes mucha razón
En definitiva casi siempre hay que echarle huevos....
A veces me sorprendo a mi mismo cuando releo lo que escribí en un trozo cutre de papel a las cinco de la mañana antes de entrar a trabajar. A veces me sorprendo para mal y hago una bola con ese papel y lo tiro al contenedor de reciclaje. A veces para bien. Cuando pasé esto del papel al blog fue para bien. Me alegro que estés de acuerdo en el fondo (aunque me gustaría que también lo estuvieras en la forma)
Un saludo.
gracias Jose, yo que como los que me conocen soy un tanto raro, me gusta releer los poemas saltando versos buscando esa esencia secreta de la poesía. Este tuyo me gusta saltandome los versos de dos en dos:
Le he visto las plumas de la cresta
He domado las fieras que me acechan
Le he marcado goles al mismo can Cerbero.
Como tú, como cualquiera,
a veces, sin querer, le echamos huevos
o de 3 en tres para hacer un haiku.
Le he visto las plumas de la cresta
desde el centro de mis miedos.
a veces, sin querer, le echamos huevos.
disculpa el atrevimiento.
un abrazo,
Pancho
Por Dios, Pancho, ¡Qué es eso de "disculpa el atrevimiento"! Me ha encantado el experimento. La verdad es que, según cómo, hasta mejoran. Tienen, si cabe, más rabia. Gracias Moncho. Un abrazo fuerte.
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