El borde dorado de una nube
en el amanecer luminoso, brillante
de esta mañana de mayo, redundante
me ha sacado de la niebla en la que estuve.
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Me ha despertado de golpe, sibilante
y ha cambiado el día de repente.
-
Encuentro las cosas..., no sé..., diferentes.
Hoy llegó la primavera, que no antes.
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Y me renuevo un poco, indiferente
a la rutina que no cambia lo que tuve.
Aprovecho que hoy al fin mi ánimo sube
para estos doce versos indecentes.
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