4/10/20

COMBATE (10/01/20)

 








En el transcurso de una mañana
salgo corriendo desde una esquina
hacia la otra
sin saber más razón que sentirme obligado
por un mundo antiguo, gris, cansado
y, corriendo,
dejo pasar, lentas, las horas
para acabar derrengado,
hambriento el cuerpo y hambrienta el alma,
y el corazón abierto,
y el cerebro como un arma,
cargada de voluntad de manera involuntaria
descargando el desconcierto al regresar a mi esquina.
Acabó el combate.
Hasta mañana.

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