Olvido caras.
Olvido el sentido del paso del tiempo,
pero, sin duda, recuerdo,
olores, ambientes, colores,
momentos, sabores, "repentes",
y cantos. Y soplos del viento.
La lluvia. El silencio.
Las cosas raras.
Olvido las líneas que escribo en mis versos,
pero no los sueños,
y recuerdo voces,
canciones y cabeceos.
Olvido caras. Y no me importa.
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