3/12/15

LLORAR DE RABIA (18/07/14)

El salitre pretende escapar por las grietas de mis ojos
pero no les daré ese gusto.
Y cuando la mala leche me haga arder como un rastrojo
tendrá rienda suelta y libre para escapar por la piel.
Y entonces, y sólo entonces, sobre un mismo anaquel
expondré sin duda el busto
de mi rabia y de mi furia; de mi fuerza y de mi enojo,
el mismo que, sin remedio, debe llamarse vetusto
por antiguo, por anciano, por ser compañero fiel,
más amargo que la hiel, más hediondo que un despojo,
más que caliente, al rojo; y más dulce que la miel,
más terrible que un gran susto
y con regusto a mal de ojo.

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