Hoy he decidido sentarme a mirarte,
no hacer nada más que tenerte en mis ojos,
y nadar en los tuyos sin miedo a ahogarme,
buceando si puedo en tus labios rojos.
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Hoy tú, que eres mi mar, me llevas al arte,
a pintar en tu vientre y abrir los cerrojos,
y esculpir en tu cuerpo el hogar donde hallarme
escribiendo si puedo canciones a trozos.
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Hoy ya, sin más ni más, decido que amarte
es mi única labor, pues pasa tiempo y cobro
y recibo mi sueldo puntual y abundante
en tus besos, tus caricias y tus leves sonrojos.
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