No quiero ser un salmón,
siempre contracorriente,
siempre salvando problemas
sufriendo como un cabrón
para morir de repente.
-
No quiero ser un león,
privilegiado indecente,
esperando a la gacela
que una leona cazó
pero me paso yo al frente.
-
No quiero ser un ratón,
que resulta indiferente,
invisible (mi condena)
y que cualquier pisotón
me destroce y me reviente.
-
Yo sólo quiero ser yo.
Un hombre. Sólo eso. Gente.
Con mis risas y mis penas
mi orden y mi razón
y tu mirada en mí siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario