Tu y yo estamos hechos de jirones de piel.
De agua y de sal, como el mar, como las lágrimas.
De carne y sangre, sudor y hiel.
De fuerza y pena y alegría y calma.
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Tú y yo somos techo. Y suelo y pared también.
Ladrillos y tejas. Y dinero y dádivas.
De hormigón las piernas. De cemento la sien.
El hogar el cuerpo. Tu alma y mi alma.
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Tú y yo somos dos. Sólo así puede ser.
Alegría y duelo. Y penar de las ánimas.
Total ¡qué más da! Seguro que, de poder,
nos la hipoteca el banco y habrá que pagarla.