Despiertan.
Y parecían muertos.
Despiertan. Dormían.
Por no haber estado atentos.
Por haber dejado abierto
el gas nocivo que expiran.
Por no ahogarlos a tiempo.
Y es tu culpa. Y es mi culpa.
Y culpa de las banderas.
Y es mi culpa. Y es tu culpa.
Si no lo escribo reviento.
Quizás ahora que nos miran
en estos días inciertos
estemos, por un momento,
alerta. Con vida.
Con la lucha a cielo abierto.
Despierta.
Ellos ya están despiertos.
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