A veces me descubro obsesivo en la simetría,
colocando según qué buscando la perfección.
Y sin embargo acostumbro a ser un desordenado,
en un caos importante, con poco control de la vida.
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La mayoría del tiempo, en serio, la mayoría,
lo paso mirando su paso, controlando en el reloj.
Y aún así, siendo esto cierto, suelo dejar olvidado
que igual que se acaba la noche empieza luego otro día.
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En ocasiones, a veces, descubro las tonterías
que hago por pura costumbre. Sin motivo. Sin razón.
Aunque luego, si lo pienso, pienso que si lo hago
será la última vez. ¡No estoy para naderías!
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Siempre, siempre. Lo repito. Siempre, no hay otra vía,
intento dejar los vicios. Pero ya no hay solución.
Si el "soy yo y mis circunstancias" ha valido para algo
en mi caso, por supuesto, yo soy yo y mis manías.
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