Sigo aquí.
Menos pelo, más arrugas,
más cansado y agobiado,
seco como una piedra,
y sin embargo más duro.
Sintiendo los días pasar,
que no pasan, sino vuelan
y aún así no me quejo
pues aquí sigo enganchado.
Menos ciego, menos dudas,
más armado y más centrado,
peco de ser como hiedra,
o más amargo y más puro.
Sintiendo los años pasar
que no paran, que me hielan
y es así que me despejo
pues aquí sigo adosado.
Sigo aquí.
Más viejo. Más enamorado.