1/4/16

TABLAO (27/03/15)

Resultado de imagen de TABLAO EL CORDOBÉS
Sentado en el mimbre, bajo la pared blanca,
junto a la tabla, cerquita, para sorprenderse encima,
para ahogar los sentidos en un mar de cosquilleos
cuando una voz de mujer te pellizca y te derriba.
-
Sentado en la silla, sin "ni jota" de flamenco,
ves salir a las "SEÑORAS":  Arte, duende, pura vida,
pasión, fuerza y sentimiento, huracán que allí te estampa
con un rugido tremendo que te ahoga y que te asfixia.
-
Sentado en el borde, en el filo del asiento
las guitarras te transportan, te elevan, casi te izan,
en un luminoso viaje cuando sus cuerdas se arrancan.
Y si algún dios existiera... su profeta es guitarrista.
-
Sentado sintiendo.  Vuelta al taconeo.
La fuerza gitana, desbocada, sin medida,
quizá no lo entiendo, pero es que no me hace falta,
son dos "CABALLEROS" los que allí bailan sin bridas.
-
Sentado viviendo el despliegue de gargantas,
de sangre, de gusto, de pena, de hormigas
que van por mi cuerpo oyendo a quien canta
que más que cantar me llena de alegría.
-
"Sentao".  "Sentaíto".  ¡Qué final de día!



*  N. del A.:  Nunca me sentí un verdadero seguidor del flamenco.  Es más, aún hoy no lo soy, pero el respeto siempre lo sentí.  Sin embargo, desde el día antes de escribir este poema,... ¡Ay amigo!  Desde ese día, mejor dicho desde esa noche me declaro fan absoluto del buen gusto, de la pasión, del ruido, del preciosismo de un tablao de la clase del Cordobés.  Me he tomado la libertad (espero que no me digan nada) de tomar prestada una foto suya para intentar, de alguna forma, ilustrar aquello.  Los que me conocen saben que soy un "rockero" irredento, pero aquella noche fui superado.  Cuando la música es de calidad...

CADA MAÑANA (26/03/15)


Como un titiritero,
un rapsoda inservible y rastrero,
o un trovador sin ritmo ni ganas,
me ahogo cada mañana
en el tintineo de la cuchara en la taza.
-
Como un pordiosero
pidiendo por Dios limosna y "te quieros",
o un carterista sin manos ni ganas,
me agobio cada mañana
en el ronroneo del motor que me arrastra.
-
Como un bandolero
gritando a lo bestia "¡Dame to'el dinero!"
o un abstencionista sin voto ni ganas,
me enfado cada mañana
con el gorjeo del despertador que me levanta.

DE GOLPE (25/03/15)

¿A partir de cuándo empecé esta locura?
Por más que lo intento no consigo acordarme
del momento justo en que, sin enterarme,
pasé de estar cuerdo a no tener cura.
-
Dicen que a todos el tiempo madura.
Pero no soy yo.  Conseguí escaparme.
Cuando la madurez consiguió alcanzarme
pasé de estar verde a esta podredura.

DETALLES (23/03/15)

Y el caso es que, bien pensado, no había ido tan mal la cosa.  Se había levantado dos horas tarde, sin prisas.  Había desayunado con absoluta tranquilidad viendo las noticias sin ni tan sólo encender el móvil.  Se había vestido sus tejanos y su camiseta negra, se había calzado sus zapatillas de baloncesto y había salido a la calle.  El Sol a esas horas le deslumbró.  No en vano él solía salir de casa tres horas antes, aún de noche.  Se dirigió al garaje y abrió el portón.  Bajó las escaleras, se montó en el coche y volvió a sonreir.  Arrancó y se dispuso a conducir los cuarenta kilómetros hasta el trabajo.  En media hora llegó al polígono, aparcó y se dirigió, directamente, al despacho de sus superiores.  Media hora de gritos y malas caras después salió, sonriendo.  Abrió la puerta de la oficina, dijo "Adiós" y gritó "¡Atomar por culo!" y se fue, feliz.  Había ido todo como la seda, como había imaginado.  Lástima que lo de que le tocara la primitiva o el euromillones no se había cumplido, pero eso eran detalles.