UN DÍA CUALQUIERA (21/07/11)

Noche oscura, aún no amanece.

Beso a ciegas.  Ya me largo.

Camino y te echo de menos.

Te añoro.  El día crece.

-

Vida oscura.  Yo en mis trece.

Nueva entrega en el letargo.

Destino y despecho del bueno.

Te añoro y el "curro" escuece.

-

Tarde oscura.  Me entristece.

Hay refriega y sin embargo

me espino y estrecho el cieno.

Te añoro.  Cansa el despiece.

-

Noche clara.  Se agradece.

Cuando llegas pasa algo:

Mi sino en tu beso es fiero

al "te añoro".  Ya amanece.

AQUÍ ME ENCUENTRO (20/07/11)

Aquí me encuentro.

En medio de un secarral de ideas

con el cerebro estrujado, perdido, desierto,

y el bolígrafo en la mano y la mano sin fuerza.

-

Aquí me encuentro.

El papel me mira y se cachondea,

se siente más fuerte y yo, inexperto,

me enfado con todo y todo me revienta.

-

Aquí m encuentro.

Me cuesta.  Estoy seco.  Clavado en la brea.

No salen las letras.  No salen los versos.

Mi mano no escribe.  Mi alma se mosquea.

DEMASIADO TEMPRANO (13/07/11)

He salido esta mañana con legañas en los ojos,

con descuidos en las manos y olvidos en la cabeza

con una estrategia clara como espuma de cerveza

y una fuerza sin reparos para evitar los despojos.

-

En la calle esta mañana me rodean los antojos,

los deseos más humanos, los hastíos de una pieza.

Con una sonrisa rara como única defensa

me defiendo de lo caro de caminar por rastrojos.

-

Arde la calle, arde el cielo, el Sol lo tiñe de rojo.

Es demasiado temprano.  Amanece, se refleja

la luz de una nueva mañana que nace y crece, que empieza.

Y todo parece claro mientras me aclaro los ojos.

VIDA SIN TREGUA (06/07/11)

Descubierta la trampa se encuentra perdido, solo y aturdido ante el rumor del planeta,
que cruje por sus grietas y grita desvalido.
Mientras sus sentidos le enseñan la meta.
-
Recubierta la rampa de barro y rocío
parece prohibido lanzar la odisea,
la utopía inquieta de un tiempo raído.
Mientras es cautivo de pozos de brea.
-
En cubierta no escampa la niebla ni el frío
y aún así el abrigo le asfixia y aprieta
como a un asceta viejo y desnutrido.
Mientras está ido, y ni él se respeta.
-
En alerta se estampa contra el tiempo impío,
contra el buen partido que parece que sea
la gran experiencia de haber envejecido.
Se siente perdido.  Vida sin tregua.